No supe reaccionar, simplemente no lo entendía. Yo tenia 5 años cuando pasó, sólo recuerdo estar llorando, sentada en el baño con mi madre; me sentía mal y realmente lloraba por no tener ganas de hacerlo, por no romper en llanto al saber que había fallecido mi bisabuela Salvadora. Sabía que "había que llorar" porque la muerte era algo malo y porque mi madre lloraba y ella no llora por nada. Y ya está, siendo redundante y precisa, lloré porque creía que debería tener ganas y no tenía, lloraba porque mi madre lo hacía y eso me producía una sensación espantosa Creo que tenía miedo, porque no entendía bien qué era la muerte.
Probablemente muchos niños se hayan encontrado en esta situación, estoy segura de que mis padres lo hicieron lo mejor que pudieron a la hora de contármelo, pero yo no lo entendía; estaba confusa no tenía idea de que iba a pasar ahora, si eso nos iba a perjudicar a parte de psicológicamente. Días después en casa de mi abuela, donde todos los domingos nos reunimos, reinaba el silencio y esa sensación tan horrible de tristeza en la cara de todo el mundo. Yo no fui al velatorio, ni al entierro, no recuerdo donde o con quién me quedé, era tan poco consciente de lo sucedido que sólo recordaba que esa tragedia cuando se hablaba de ella o cuando veía a mi familia triste. En la escuela nadie sabía nada, ni mis profesores intentaron explicarme nada al menos que yo recuerde. Ahora lo pienso y tal vez me hubiese ayudado que alguien se hubiera dado cuenta de que yo no entendía nada y que mi frustración era mas por ese motivo que por lo sucedido. Si alguien me hubiese explicado algo tal vez mi reacción habría sido diferente.
8 años mas tarde, a mis 13 años, falleció mi abuelo Paco. Mi abuelo paso sus últimos años de vida con alzheimer, cosa que le hacia pasar la mayor parte del tiempo dormido y la otra parte sin saber donde estaba. Yo jugaba con él al principio a hacer sumas y cosas así para que agilizara su mente. Muchas veces el no sabía quien era yo, incluso a vece el creía que yo era un chico, pero me daba igual. Recuerdo que aún sin saber quien era yo, cuando le cogía su mano y le decía" te quiero iaio", el siempre me decía, "y yo ". La ultima vez que lo vi estaba enfermo, había cogido un resfriado y fuimos a verlo. Una vez en la habitación y pasado un rato, entro mi prima, ella era muy pequeña y mi tíos no querían que viese a mi abuelo con el gotero y todas esas cosas, así que me dijeron que me la llevase. Lo último que le dije a mi abuelo fue " ahora vuelvo " pero nunca regresé.
Pasé todo el velatorio llorando. Es probablemente el peor recuerdo que tengo. Pero ahí ya lo entendía, al menos comprendía lo que pasaba, a todos nos llegaba nuestra hora y ahora mi abuelo por fin estaba en paz.
Quería explicar mi experiencia con la muerte, cómo la forma de verlo de una niña a los 5 y a los 13 años. A pesar de la evolución, en ambas sabía que la muerte era algo serio y nada bueno. A día de hoy sólo puedo sacar en claro una cosa, nadie esta preparado para afrontar la muerte de un ser querido, da igual la edad que tengas. Todos nos vamos a enfrentar a la muerte de amigos o familiares en momentos de nuestra vida, pero hay que saber una cosa; un persona no muere cuando deja de respirar, si sigue viva en el corazón y la mente de todos sus seres queridos; esto, con el tiempo, es lo que me enseñó mi abuelo.
Gracias Raquel por compartir tus vivencias
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